domingo, 5 de junio de 2022

El viento golpeando las olas

El viento golpeando las olas 


- Tu crimen me ha mantenido en vela por mucho tiempo debo decir

- Debe sentirse patético el que su resolución no haya sido ejecutada por ustedes, sino por mis propias manos

- Algo, aunque ahora esos sentimientos me resultan indiferentes

- ¿Muy eufórico de haberme atrapado?

- Algo. Dime ¿Por qué te entregaste?

- Por lo mismo por lo que cometí los crímenes en primer lugar.

- ¿Y por qué los cometiste?

- ¿Tu investigación no te llevo a ningún lado?

- Los crímenes parecían meramente aleatorios, con evidencia circunstancial conectándolos a todos. La única teoría que sostengo es que sea el producto de un psicópata, cuyos motivos desconozco, si es un despiadado que busca llegar a su límite o si es un tonto que cree que Dios le habla por los cielos, lo ignoro.

- ¿Lo voy a tener que resolver por vos de vuelta?

- Eso parece. Responde ¿Por qué lo hiciste?

- ¿Usted cree en el destino?

- Ni en mil años.

- ¿Por qué?

- Uno es el que forja su propio futuro, la excusa del destino solo les sirve a los débiles de alma que fracasaron por su propia incompetencia o en todo caso a los ciegos que no se percatan del esfuerzo que ellos mismos dieron.

- No entiende el lugar que la naturaleza le ha asignado.

- La naturaleza no me asigno nada.

- Lo hizo, pero de una forma sutil que a usted nunca se le paso por la cabeza, demasiado obsesionado consigo mismo.

- La naturaleza no me ayudo a terminar la facultad o me mantuvo determinado después de todos estos años.

 - No, pero lo puso en la situación ideal para que esa posibilidad se concretara en la realidad.

- ¿Debería ponerte entonces en la lista de locos que creen que Dios les habla?

- Présteme atención por unos minutos detective, eso es lo único que le pido.

- Te escucho.

- ¿Conoces, usted, los ciclos de la naturaleza? Todos enormemente complejos, con cientos de moléculas, e incluso organismos, todos funcionando por separado, en su propia meta personal, en conjunción trabajando para un fin en común, fin que cada entidad individual en el proceso desconoce, pero que, sin embargo, cooperan perfectamente para alcanzarlo.

- ¿Cree que no tenemos agencia en ese proceso entonces?

- Claro que no, en el proceso cada entidad tiene su propia agencia, pero esa agencia esta alineada para llegar a un fin que la voluntad de cada uno de ellos desconoce, o como mucho solamente alcanza a un esbozo del mismo.

- ¿Y que pasaría si mañana me despierto y con mi propia voluntad renegó del trabajo que la naturaleza me asigno?

- Podría tal vez, alguna acción individual que deje expuesto el sistema por un tiempo, pero dime detective ¿Por cuánto cree que su rebeldía podría sostenerse?

- Por cuanto quisiera.

- Comete un gran error ustedes entonces. Escúcheme; cada sistema tiene sus propias entidades, cada sistema contiene sus propios procesos. Su acción individual en efecto, lograría ir frente a un enorme sistema en el cual se lo contiene, pero una vez se haya expulsado de esta estructura, la naturaleza le encontrara otra, fungirá como otro elemento más en un nuevo sistema, o incluso como un nuevo elemento en el sistema que abandono. No hay escape de la naturaleza, porque el hombre simplemente viviendo, su existencia ya esta atrapada en un sistema que no entiende ni podría entender.

- No existen los sistemas de los que habla, lo único con lo que la realidad se identifica es con lo individual, el resto de estructuras que nosotros veamos solo son producto de nosotros mismos, agrupando injustamente elementos que, en la realidad, existen por si mismos y separados de la estructura impuesta. Solo los propios elementos individuales actúan, ni Dios ni la naturaleza ni supuestos sistemas pueden hacer presencia en esta existencia terrenal, aquello pertenece únicamente a la inteligencia humana, que ordena artificialmente el caos.

 - ¿Sabe lo complejo que es su cuerpo por el cual comunica tales estupideces? ¿Sabe lo complejo que es cada realidad tan inocua que damos por sentados? Tal vez su teoría funcione en papel, pero no puede mantenerse tan felizmente en esa creencia después de observar la complejidad de todo lo que nos rodea.

- Lo repito, todo puede explicarse como suma de sus elementos.

- Lo dudo.

- Sigamos entonces; ¿Cómo la complejidad del mundo le empujo a cometer asesinatos?

-  Curiosamente no lo hizo.

- ¿Qué?

- Todo lo que le dije solo era una mera excusa a posteriori para poder ayudarme a cometer los crímenes que sabía que debía cometer.

- ¿Por qué, entonces, lo cometiste?

- ¿Qué cree usted que es la felicidad?

- Ya me estas cansando, deja de dar vueltas y explique su punto.

- No veo la prisa. No se que tan satisfecho está usted con su trabajo, pero yo supongo que, como cualquier otra persona medianamente inteligente, millones de dudas y preguntas se disparan sobre la decisión que tomo. Es normal, de todas formas, interrogarse a si mismo con una cuestión tan relevante para la vida de uno, y sin embargo ¿No parece que uno nunca es capaz de llegar a la respuesta correcta?

- Lo sigo.

- Acá es donde me di cuenta del problema fundamental de la elección, la elección de por sí es un error, porque una al ser interrogada con ella esta presuponiendo algo que es fundamentalmente falso, la existencia de la respuesta correcta.

- ¿A dónde le llevó eso? ¿A la completa inactividad?

- No, señor, al contrario, como ya es evidente. Mi búsqueda no es al rechazo de la vida, sino al saber disfrutarla. Pero la elección era una piedra en mi camino, toda decisión acarrea millones de dudas y preguntas, que, sin embargo, caen en un error. Ninguna respuesta es la correcta si una vez tomada, la cuestionas ad infinitum, y sin embargo cualquiera de ellas la es si sabes como vivirla. Lamentablemente, yo era incapaz de hacerlo, sea cual sea la decisión que tomase, me obsesionaban las posibilidades que no podía vivir, me hacía sentir culpa, miedo, remordimiento, y en el peor de los casos, me volvía a la completa inacción, y acá me rendí de decidir por mi mismo, deje mi destino en mis manos a un sistema mas grande que me librase de las decisiones y me permita vivir cualquiera que sea el resultado.

- Que patético hombre usted, tan miedoso de elegir que se resignó completamente a intentarlo.

- Todavía no escucha la mejor parte, detective. Primero fue tan simple como una moneda, preguntaba algo y tiraba una moneda, la cara en la que caía determinaba si lo hacía o no; sin embargo, eventualmente cambié ese método, la moneda requería una pregunta, pero eso me devolvía a mi posición original, me volvía responsable de lo que iba a preguntar. Tuve que resolver en crear un mejor método. Con el tiempo me volví un experto en traducir la naturaleza; era capaz de entender al viento y a las nubes, y determinaba cada paso de mi vida en eso. Obviamente la traducción era meramente arbitraria, pero era en esencia, un filtro, un remedio necesario para el caos.

- Me imagino entonces que este método le llevo a los asesinatos.

-En efecto.

- ¿Se siente satisfecho entonces con la vida que la naturaleza le sirvió? El infierno al que llevaste a tus víctimas y a vos mismo.

- Todavía no me entendes. Curiosamente la primera vez que recibí la orden del cielo de asesinar, vacile. Genuinamente no tenía idea que hacer, pero sabía en el fondo de mi corazón que debía obedecer. Si hubiera traicionado mis principios, todo el sistema se caería; si lo hice una vez ¿Por qué no una segunda? ¿Y por que no una tercera? Tendría carta blanca para no acatar cualquier orden que me disguste, y para ese punto las ordenes de la naturaleza no tendrían valor para mí. Efectivamente volvería a empezar, volvería al caos. Pero me mantuve fuerte e hice lo que sabía que debía hacer, y eso solo me llevo a la paz.

- Que caso tan singular es. Nunca había presenciado algo así en mis 15 años de oficio. El resto de asesinos se encuentra en su mente una justificación, por más equivocada que este, de lo que cometieron, y, sin embargo, vos no tenes justificación alguna, tenes una no justificación, tu actuar es accidental, es un medio y un fin en sí mismo.

- Me satisface que me encuentre curioso.

- Después de todas esas palabras ¿Cree verdaderamente lo que dice? ¿No siente culpa por todas las victimas que dejo a su paso?

- ¿Usted siente culpa por el cómo el viento golpea las olas? - El detective resolvió una tristeza oculta en esas palabras. El, que hasta ese momento lo despreciaba, sintió pena por él.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Curiosidad histórica ocurrida en mayo del '75.

Curiosidad histórica ocurrida en mayo del '75. Gonzalo me había invitado al café de a dos cuadras de mí casa hace un par de días. Tambié...