domingo, 29 de mayo de 2022

Cuento n°4

 Cuento n°4


¿Por qué me tratan como un objeto de esta forma? ¿Por qué no puedo simplemente ir caminando al quirófano? Debe tener una razón. No veo cual es, la cantidad de gérmenes que voy a llevar a la cirugía van a ser los mismos si me mueven en una camilla o no. Tal vez es para evitar que algún loco se levante y se escape de la cirugía, aunque pensándolo mejor, estar en esta camilla no me impide nada. No hay nada físico que me obligue a estar acostado, lo único que existe es la influencia social que presiona mi cuerpo tan fuerte que me impide levantarme. Me hace sentir tan débil en esta, como un paciente terminal. A pesar de que no haya una diferencia real entre mi yo de la camilla y mi yo de hace 15 minutos o mi yo del día rutinario. No hay nada físico que me haga sentir así, es solo la situación la que crea este fantasma, esta idea que se siente material, pero es igual de mental como cualquier otra. 

En la lejanía de la habitación se escucha la voz del cirujano hablando sobre mi ¿Quién se cree que es? ¿No se da cuenta que puedo escuchar claramente lo que él dice? O tal vez genuinamente crea que solo soy un mueble incapaz de escucharlo, o si pudiera escucharlo daría igual porque como mueble carezco de dignidad ¡Hagan chistes sobre mí! Me da igual, solo soy un mueble así que ni siquiera los escucho. En el momento que me pusieron en esta camilla deje mi condición de persona y ahora soy solo un objeto. Me degrade a un mueble, un obstáculo. El imbécil de ¿¿¿??? me dejo obstaculizando una habitación que al parecer todo el mundo quiere pasar. Cada dos o tres minutos viene otro trabajador intentando llegar a su destino obstaculizado por mí y moviéndome unos metros para llegar a esa habitación. El que me muevan así llama la atención sobre mi cercanía a un mueble; me hace sentir como un no humano incapaz de actuar, obligado a dejar su destino por manos ajenas. Me siento humillado cada vez que me mueven para pasar. Ni siquiera se deberían molestar en disculparse al terminar ese intercambio, hagan lo que quieran conmigo, ya me deshumanizaron lo suficiente. No es necesario que ignoren aquello que ya lograron conseguir.

¿Estos criticismos son genuinos o es solo una forma de divertirme? No creo que me moleste particularmente que me traten como un objeto y entiendo que deben tener sus razones para el procedimiento. Sin embargo, no hay nada que pueda hacer en este estado y el criticismo es una forma de pasar el tiempo en mis propios pensamientos (y funciona muy bien para eso). Es entretenido poder organizar todos los elementos exteriores con una narrativa específica y crear argumentos sobre eso para exponer a un público inexistente. No solo eso, el criticismo me eleva en cierto modo. Me permite verme no solo como una persona atrapada en su realidad material (en este caso bastante patética), sino que me vuelve un crítico que se eleva de su contexto y es capaz de analizar todo desde un punto de vista objetivo, alejado de la situación. Y, a pesar de eso, también me hace sentir como el perjudicado por sus circunstancias. Me vuelvo el verdugo y a su vez la víctima. Me permite victimizarme sin sentirme débil. Podría aceptar los hechos de forma estoica, sin molestarme en absoluto, enfrentados a un yo inamovible, pero ¿Cuál es la diversión en eso?

¿Qué se supone que piense de otro modo? ¿El resto de personas que pensaran en esta situación? Una persona que me vea de forma superficial nunca podría adivinar en lo que estoy pensando en este momento, probablemente crean que estoy teniendo pensamientos negativos o tenga miedo sobre el procedimiento (¿Procedimiento? Debería decir cirugía). O tal vez me infantilizan por lo que mi cuerpo está expresando, me ven solo como un paciente terminal sin esperanza deprimido por su futuro ¿Qué pensamientos se suelen asociar a una persona en una posición de inferioridad como esta? Creo que nunca vi a alguien en una camilla y me pregunte que podría estar pensando, de hecho, creo que asumo implícitamente que no está pensando nada porque no creo que ningún pensamiento pueda hacer justicia a su situación, lo menos que espero es que este teniendo pensamientos tan cínicos como los míos. Sin embargo, no creo que sea tan raro matar el tiempo así en una situación similar; si no tuviera la queja, ahora no estaría pensando en nada, y eso me haría sentir incomodo. Incluso diría que tendría miedo de estar en un contexto así y no poder pensar en nada, sería como restarle importancia a la situación, al contrario, debería tener mi mente llena de ideas, por más inútiles que sean; esa es la correcta forma de enfrentarme a estas circunstancias. 

Probablemente crean que estoy teniendo pensamientos negativos o tenga miedo sobre la cirugía. 0,5% la probabilidad de morir en esta situación, si tiraría un dado con 0,5% de que caiga en un lado especifico apostaría todo lo que tengo a que caería en cualquier otro lado. De 100 personas, una mitad de persona muere. De 1000, 5 personas mueren. De los millones de cirugías que se hicieron en un año, miles murieron. Y yo me puedo volver parte de ese número. Un número que solo vi por la pantalla de mi celular por unos segundos para tranquilizarme y ahora me puedo volver parte de ese porcentaje, otro caso más sumado al resto. 0,5% es un numero razonable, no es imposible que caiga ahí; cualquier cosa podría salir mal y esta cirugía seria lo último que hice en vida, una muerte anunciada en el momento que vi el 0,5, y condenada en el momento que decidí ir al médico. Desde ese momento el destino arreglo las cosas para que este momento sea mi final, mi último respiro en este hospital, probablemente drogado y sin conciencia. Después de eso no habrá más, todo terminara, todas las cosas que quise hacer se van a desvanecer y todas las oportunidades de ser feliz desaparecerán con ella. Nunca pude ser feliz y ahora me voy a morir sin haberlo sido.

¿Estoy siendo demasiado catastrofista? Tal vez, aun así. “Deberías recordar que solo hay un 0,5% de probabilidad de morirte” No me calma. 0,5% ¿Por qué decidí hacerme la cirugía en primer lugar? La complicación por la que vine no puede matar y, aun así, arriesgó todo para solucionarla. Fue un error venir, debería levantarme e irme. Solo debería sacarme las frazadas y caminar hacia la salida. No hay ningún poder superior que me obliga a estar acostado acá, no tengo ninguna obligación moral de quedarme (o si la tengo, no es más que un fantasma, una fantasía que me cuento pero que solo existe en mi cabeza y que es imposible de demostrar por fuera de ella), lo único que actúa en este mundo son los humanos, y ningún humano podría evitar que me fuera. 0,5%. Lo escucho y mi corazón empieza a latir más rápido, mis ojos se abren, mis papilas se dilatan, mi estomago se revuelve.

Que horrible es que me levanten de la camilla hacia la cama de la cirugía. Tranquilamente me podría levantar y moverme hacia ahí. Pero aun así 2 personas tienen que moverme de un lugar al otro. Es tan raro que me levanten así, me hace sentir como si fuera un cuerpo (o, mejor dicho, como un cadáver). Es un recordatorio de que el momento en el que me pusieron en esta camilla deje mi condición de persona y ahora soy un objeto. Me están por poner la ¿¿¿???, estoy demasiado metido en el agujero y ya no puedo hacer nada para salir, tengo que aguantar hasta que todo termine. Solo 20 minutos de cirugía y ya todo habrá terminado.

¿Realmente no me puedo ir? No hay nada que me evite irme, pero no puedo pensar en hacerlo. Es demasiado bizarro, algo digno de un loco, no de una persona normal como yo ¿Cómo reaccionarían las personas en la habitación al verme yéndome por la puerta? ¿Cómo reaccionarían las personas viendo un paciente que estuvo a punto de ser tratado caminando por los pasillos como si nada? ¿Podrán legalmente evitar que me vaya? No lo creo, aun así, por más irracional que es no irme queriendo ir y sin nada que me lo evita, no puedo obligarme a hacerlo, no puedo ni siquiera imaginarlo, a este punto prefiero seguir con la cirugía, enfrentarme al 0,5%.

¿Es normal que me duela un poco la cirugía? ¿Les debería decir de algún modo que estoy sintiendo dolor? Voy a empezar a ¿¿¿??? cuando sienta malestar para darles una idea de lo que siento.

Todos en esa habitación hablan como si nada estuviera pasando. Estos trabajadores deben haber visto cientos o miles de pacientes como yo ir y venir. Al principio puede que les haya afectado el estado (a veces terminal) de sus pacientes, pero ahora es solo parte de su rutina. Pueden (y lo hacen) hablar de las cosas más banales mientras que los pacientes se retuercen en sus pensamientos ¿Cuántas personas habrán tenido momentos tan significativos e incluso traumáticos mientras que los trabajadores hablaban del clima? Es tan raro entrar a su mundo así, con conversaciones tan banales realmente se puede entender a estas personas, entras en su mundo, en su rutina, en su día a día, por unos segundos. No estoy interesado en las grandes narrativas de estas personas, las “historias completas” de su vida que solo comprenden los momentos significativos. Esas historias que ellos se cuentan a ellos mismos no me dicen nada de cómo viven, de cómo experimentan el mundo, como es ser ellos; al contrario, ver su día a día me abre las puertas a conocerlos y saber cómo son a un nivel mucho más profundo que cualquier enorme narrativa podría ser ¿Cómo es un pedazo de un día promedio de ellos no diferente a los millones de otros que viven? Eso es lo que me interesa.

1, 2, 3 Ay. La anestesia (esa era la palabra que no recordaba hace unos segundos) está empezando a hacer efecto, me siento desinhibido. El tacto se siente extraño, lejano. La propia realidad se siente así, como si mi conciencia se haya separado de sus sentidos. Me están inyectando demasiada anestesia, creo que calcularon mal los números. La sobredosis por anestesia es una de las causas más comunes de muerte en una cirugía. Voy a morir. Me siento cansado, no puedo ni siquiera centrarme para gritarles que paren; solo quiero quedarme acostado. Mi boca no responde, por más que le ordene que actúe, se queda quieta. No puedo hacer nada, mi cuerpo ya no está bajo mi control.

Hace unos minutos la mera posibilidad, por más baja que fuera, de morirme me hacía patalear de terror. Ahora que mis mayores miedos se están haciendo realidad, no siento nada ¿Por qué no estoy llorando de terror? En perspectiva, la muerte es otra verdad no diferente a cualquier otra, es solo algo que existe en la realidad, al igual que cientos de cosas que reconocemos sin problemas. Sin embargo, tomamos esa verdad y nos asustamos de ella, la pensamos y nos deprimimos, mientras que otros hechos son ignorados arbitrariamente. En este estado siento que todos los hechos me resultan igual, la muerte pasa por mi cabeza, la pienso, pero no me produce efecto. Una verdad ya no me puede hacer daño, ya no me puede asustar, la muerte se redujo en su puesto jerárquico al lugar donde debió estar desde el principio. Ahora está junto al resto de verdades; no es diferente a el color azul del cielo, o de una ecuación matemática. La acepto como un hecho igual que hago cualquier otro hecho y por más que la piense sé que nunca me va a atravesar. No niego que yo pueda llegar a sufrir, que ciertos hechos me puedan producir sufrimiento, pero eso solo será en el momento en el que lleguen. El sufrimiento futuro ya no me da miedo, quien sea el que tenga que tolerar aquello ya llegará, ahora puedo vivir sin angustia en el presente eterno (y estoy seguro de que mi yo futuro estará feliz que no sufrí por su martirio en el pasado). Si sufro en mi muerte que así sea, ahora mismo no me podría dar más igual. El miedo a verdades, ya sea por sufrimiento futuro o verdades abstractas, ya no me puede tocar y nunca lo hará.

Siento como si me estuviera por reventar por toda la anestesia en mí cuerpo. Estoy a punto de desmayarme (aunque pensándolo mejor, tal vez eso es solo la muerte) ¿Sera acaso la propia sobredosis la que me causo tanta calma? La muerte se acerca tan inevitablemente y aun así me cuerpo no reacciona, sigue sin responder por más que le grite que actúe.

El miedo a verdades, ya sea por sufrimiento futuro o verdades abstractas, ya no me puede tocar y nunca lo hará ¿O lo hará? Este estado es temporal, solo llegue a pensar eso porque me metieron anestesia por las venas y me llego al cerebro. Pero si me sacarían de mi cuerpo cada gota de anestesia, si me golpearan hasta que no haya efecto alguno, si ahora mi yo volvería a mi yo rutinario, del día a día; volvería a temerle a la muerte y a otras verdades que no puedo cambiar. Volvería a golpear al muro de la realidad, intentando reducirla, achicarla, hacerla desaparecer, y me voy a deprimir al ver que el muro sigue de pie por más que esfuerce, sin darme cuenta que la inalterabilidad del muro es justo porque no debería afectarme, y la única forma de reducirla es aceptándola. O tal vez lo entienda, pero no pueda evitar que me afecte irracionalmente, incluso aunque mi yo presente haya llegado a la irrefutable conclusión que no tiene sentido hacerlo.

¿Sera acaso mejor que me muera en esta cirugía? Mi yo pasado estaría llorando pensando en eso, pero si llegue a tal paz, a tal reconciliación de aquellas verdades que están por encima de mí y de cualquier otro hombre, tal vez que muera ahora sea una dicha, ahora que no me da miedo. Evitar la angustia que sufriré una vez mi yo futuro se enfrente a la muerte. De todas formas, aunque ahora la quiera rechazar, la anestesia sigue entrando en mi cuerpo por el tubo conectado en mis venas, y no puedo parar ese flujo ni desconectarlo de mi cuerpo, así que lo único que podría hacer para pasar estos momentos es aceptar la muerte.

Otra verdad que me hubiera producido miedo en un pasado es la materialidad de mi cerebro. Estoy acostumbrado a verme como un ser abstracto, un alma que existe por fuera de la materialidad del mundo. Sin embargo, la anestesia demostró que esa comprensión de quien soy está equivocada, que no soy un alma libre que decide sino un producto de la materia que llamo cerebro, y, así mismo, materias externas que puedan cambiar el cerebro también pueden cambiarme a mí. La anestesia modifico mi esencia, modifico mi personalidad, modifico quien yo soy fundamentalmente, mi filosofía (aunque sea de forma temporal) y si logro eso, no es imposible que otras materias puedan hacer lo mismo y que lo que hagan perdurar, una bebida que, al tomarla, desde ese momento hasta mi muerte, mí yo sea otro yo. Esta contradicción entre mi yo inmaterial y eterno, y mi cerebro físico y maleable, me perturbaba, pero ahora está junto al resto de verdades, no es diferente a una verdad matemática. Sí; voy a morir, sí; no hay nada en mi más que un cerebro pensante ¿Por qué me debería angustiar? De hecho, pensándolo mejor estoy feliz de la materialidad de mi cerebro, si fuera de otra forma la anestesia no me podría haber llevado a la felicidad en la que me encuentro.

Que tan poco se necesita para ser feliz. Soy un cuerpo atrapado que lo único que puede hacer es pensar mientras muere lentamente, contenido en una habitación llena de gente ignorante de lo que me pasa y que podrían salvarme si lo supieran, pero a pesar de eso logre llegar a una verdad que me salvo y me hizo feliz. También estoy feliz de ser capaz de poder entretenerme solamente con mis propios pensamientos, solo con estímulos exteriores que me permiten desarrollar razonamientos más complejos. Tantos amigos que he tenido y ninguno de ellos pudo observar nunca como pienso ¿Qué tan diferente serán los monólogos internos de las diferentes personas? Siempre que conozco a alguien termino teniendo una idea de cómo desarrolla y conceptualiza ideas, como las analiza. Incluso entre personas similares hay diferencias fundamentales en la forma en la que piensan. Tantos amigos que he tenido y nunca nadie fue capaz de entrar en mis pensamientos, si solo una persona fuera capaz de leerme, su percepción mía cambiara de forma drástica, entendería realmente quien soy. Pero, aun así, mis pensamientos se mantienen privados, y eso me permite una privacidad que nunca voy a tener con ninguna otra persona. Mis monólogos internos nunca sirven a un otro, puedo pensar todo con completa libertad y nunca me voy a no entender. Hablando con un amigo siempre me cuesta nombrar los conceptos de los que quiero hablar, en mis pensamientos, puedo saltearme esos muros, después de todo, yo siempre conozco el significante del significado que busco; es un entendimiento absoluto que es capaz de superar las barreras del lenguaje.

Debo parecer tan patético visto desde afuera, un casi muerto delirante totalmente drogado que, a pesar de estar a metros de evitar su muerte, no puede hacer nada. Sin embargo, en mi mundo interior soy tan feliz y tan libre. La anestesia sigue entrando y entrando y el tubo no parece que vaya a parar.

¿Qué pensaran otras personas de mi monologo interno? Tal vez se les hace aburrido o pretencioso, o simplemente inútil, ya que hasta el día de hoy mi pensamiento nunca me logro llevar a una verdad, nunca pensé para llegar a una para ser honesto, solo fue un juego, una entretención para hacer algo en aquellos momentos de soledad, y me funciono. Toda mi vida busque relaciones sociales con otras personas, pero en mis momentos de máxima felicidad, estoy solo.

No aguanto más el dolor de cabeza, no aguanto más los sentidos tan alejados de mí, no aguanto más como todo se siente tan irreal ¿Serán estos mis últimos momentos? ¿Habrá sido una mala idea haber inmortalizado estos pensamientos como aquellos que tuve antes de morir? Honestamente no hay nada más en lo que pueda pensar y estos pensamientos por más banales me entretienen, al igual de mis pensamientos antes de la cirugía, prefiero pensar en esto, que no pensar en nada, tener mi cabeza vacía enfrentando estos momentos tan importantes. Entiendo a quienes lloran en momentos así y a su vez entiendo a quienes deciden pensar en cosas banales, pero él no pensar en nada es una desgracia y quien haga eso demuestra en el ser un especial tipo de persona muy patético; una persona incapaz de pensar por más que los estímulos externos favorezcan tanto su pensamiento, tantas cosas se pueden pensar sobre la muerte y si una persona es incapaz de llegar a eso incluso cuando la muerte le está golpeando la cara a alguna es porque su mente es especialmente corta. Si estuviera en esa situación me sentiría mal no solo por ser ese tipo de persona, sino porque no espero de un sentimiento de incomodidad en un momento así, espero cualquier otro sentimiento, incluso indiferencia (como la que tengo ahora) es aceptable, pero tratar esto como un trámite, algo que espero pacientemente sin nada que decir ni pensar, mantenerme como un sujeto pasivo dejando que la muerte pase sin reacción, eso sí que no. De todas formas, incluso si quisiera deprimirme, se me haría imposible. Seria volver a hacer algo que logre refutar de manera tan perfecta y con lo que no puedo contrargumentar por más que rebusque argumentos, involucionar a alguien quien no soy ya. Me da igual si el resto de la sociedad espera que llore y patalee, como haría mi anterior yo, decido enfrentar de la mejor forma esta verdad y nadie, ni siquiera yo, puede hacer algo al respecto.

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