domingo, 29 de mayo de 2022

Cuento n°1

 

Cuento n°1

(trigger warning: pensamientos suicidas)



"Yo me he vuelto la muerte. El destructor de los mundos."

Estoy a días de terminar el proyecto más grande de mi vida. Después de varios meses de trabajo duro (que me quitaron preciadas horas de sueño), y enormes dudas, finalmente puedo decir con bastante seguridad que mi trabajo va a dar frutos en un par de días y sin ninguna contingencia que la pueda parar. Mi gran obra maestra, por la cual puse todo mi ser, es la muerte de cada humano en la tierra.

Escucharon bien, mi gran objetivo no es más que la destrucción de la humanidad, el asesinato de esa especie que juro ser inmortal, el homicidio de todo ser inteligente. No porque odie a los humanos, sino como resultado del gran amor que le tengo a cada uno de ellos. Muchos de los lectores de esto se verán sorprendidos de cómo puedo hacer algo tan inmoral a hombres que afirmo amar con fervor. Lo cierto es que la muerte no es algo moralmente incorrecto desde ningún punto de vista racional; ni siquiera es algo que debería asustarnos, ya Platón argumentaba esto dentro de sus muchos diálogos personificado bajo el nombre de Sócrates que la muerte no era algo a lo que temer, sin embargo, esta evidente verdad ya defendida por el primer filosofo es algo que se nos escapa. La humanidad es irracional con la muerte, y a pesar de que el tiempo ha dado como fruto a humanos más inteligentes y racionales que supieron vencer algunos de sus miedos programados en el ADN, el miedo a la muerte sigue ahí, acechándonos sin ser cuestionado por nadie.

Un lector podría argumentar que mi empresa es malvada en el momento que va en contra del deseo de cada humano al que planeo matar, sin embargo, hay que diferenciar miedos racionales e irracionales. Cuando un niño no quiere vacunarse o tomar una medicina, no vemos su miedo como algo legítimo, al contrario, lo minimizamos ¿Y por qué no deberíamos hacerlo? El miedo del niño es irracional, el beneficio de los efectos de la medicina supera por mucho a cualquiera de sus complicaciones. Que son o un leve dolor en el hombro en el caso de la vacuna, o un mal sabor de boca por unos segundos en el caso de la medicina. Acá es donde el paralelismo termina; lo que hace la muerte tan atractiva para mi es que no implica ningún sufrimiento, la medicina o la vacuna pueden causar su sufrimiento agregado y puede incluso que el niño se arrepienta de su decisión. La muerte, si pensamos en una muerte de consciencia que el materialismo (cuya teoría es la más aceptada dentro del ámbito científico) plantea evita esos problemas; es imposible sufrir porque no hay un sujeto que pueda sentir algo. Es la negación de todo sentimiento ya sea positivo o negativo, un descanso eterno en el cual se superó las banalidades de la vida; si ese es el caso pregunto ¿Qué supuesto daño produce la muerte que la hace tan terrible? ¿Por qué un asesino debería disculparse si su actuar no afecto de ninguna manera a su supuesta víctima?

Así mismo, si la muerte no es indeseable tampoco es inmoral. Todas las acciones que podemos ver como inmorales son en relación a empatía que creamos con el sujeto, torturar, por ejemplo, es malo porque la persona sufre y así con cada actividad inmoral (otras supuestas inmoralidades que no se basan en la empatía fueron rechazadas con el tiempo ej. Homosexualidad). Sin embargo, la muerte salta esos esquemas porque solo los vivos pueden sufrir. Si yo te mato sin que te des cuenta no vas a padecer la muerte, al igual que un niño que su madre vacuna sin que él se dé cuenta para que vea que no había nada por lo que temer.

Otra particularidad (que me parece hermosa) de la muerte es que el deseo de vivir desaparece, por tanto, cualquier argumento que podamos buscar para rechazar la muerte y aferrarnos a la vida es disipado una vez que se entra en el estado, son solo potenciales, productos de gente viva especulando la muerte, pero ningún muerto permanece con aquellas dudas. Una persona que quiere vivir toda su vida para terminar una actividad o por una obligación autoimpuesta, se va a olvidar de esos sentimientos una vez que esté muerto. Cuando se llega ahí ¿Qué queda por recriminar al asesino? En definitiva, la muerte es un proceso sin sufrimiento e inevitable, que incluso aunque fuera un proceso horrible lo único que se provocaría el asesinato es adelantarlo un par de años que se disiparan comparado con la eternidad de la vida después de la muerte. Aun si no mato a aquellos hombres que les aterre la muerte, ella les va a llegar inevitablemente sin nada que puedan hacer; acuérdate de que polvo eres y que al polvo volverás. Si logras salvarte de mí, vas a morir de un accidente de tráfico, o de una enfermedad mortal, o de cualquier otro asesino con motivos egoístas.

Este nuevo estado a mí me parece por mucho superior al estado de la humanidad actual, y es que cada humano que conocí desde que nací hasta que escribo estas palabras sufre inmensamente en el interior. Y este sufrimiento es una consecuencia directa de la vida, es un hecho innegable e inherente para cualquier ser humano. Una persona podría decidir buscar algo que le hace feliz, perseguir el arte, el amor, o cualquier otra cosa que vea como algo que puede ayudarlo a salir del enorme sufrimiento en el que todos los encontramos, sin embargo, tal empresa es inútil, cualquier cosa que nos puede hacer temporalmente feliz se normaliza dentro de nosotros. Después del descubrimiento inicial de eso, lo que nos hizo feliz lo vemos como algo normal y en vez de ser una fuente de felicidad, se vuelve otro aspecto de nuestras vidas tan banal como cualquier otro. Queridos lectores; ¿Nunca les paso querer hacer una actividad que veían como anormal pero una vez realizada se dieron cuenta que no tiene nada de especial? Eso es porque tendemos a imaginar nuestro futuro yo en el lente de un tercero, como nos va a ver en el escenario y pensar de nosotros, sin embargo, una vez que lo hacemos, nos obliga a experimentarlo por nosotros mismos, lo que nos fuerza a darnos cuenta que la actividad no nos cambió fundamentalmente, experimentamos las mismas cosas si lo hacemos o no, lo fundamental de nosotros mismos no sufre ningún cambio. Cientos de personas queriendo ser artistas famosos y aun así todos los artistas sufrieron y sufrirán por su vida, al final la búsqueda de algo material no puede atravesar el sufrimiento y muchas veces lo termina amplificando. Kurt Cobain se suicidó por no ser capaz de disfrutar su fama, sin darse cuenta que eso es algo que cualquier famoso va a sentir eventualmente. Lector, ahora quiero que lea mi pregunta y responda honestamente ¿El sufrimiento que vive merece la pena? La mayoría de días son rutinarios, son días que no vamos a recordar porque no hay nada especial por lo que recordarlos. Y, aun así, nos sacrificamos mucho más que cualquier mártir para vivir vidas llenas de días que no nos importan.

Estas dos fueron las verdades fundamentales que llegue y que me hicieron matar la humanidad, 1) Todo humano sufre inmensamente. 2) Ese sufrimiento no merece la pena. Ahí solo tenemos la diagnosis, la solución se resuelve con la tercera premisa 3) El asesinato no es inmoral, sino que es una forma legítima de parar el sufrimiento, luego, 4) si toda la humanidad sufre, no solo que es lógica matarla, sino que es una obligación moral (MI obligación moral). De la misma forma que lo seria de cualquier otra persona que este en el poder de salvar a millones de humanos.

Después de llegar a esas verdades podría haberme suicidado, de hecho, ese era el plan original. Sin embargo, distintas filosofías me inspiraron en querer ayudar a toda la humanidad. Las premisas fundamentales de las filosofías antiguas en donde el ayudar al prójimo era el último fin al que se podía aspirar y la bondad inherente de la muerte de la humanidad me impulsaron a crear este último gran proyecto.

Hay varios argumentos los cuales me hacen dudar sobre la bondad de mis acciones y que no puedo eliminar tan fácil como otros argumentos. Uno de ellos es que la visión atea materialista del mundo este equivocada, y que otros modelos de la vida después de la muerte estén correctos. Por ejemplo, el más común es el dualismo cielo-infierno que existe dentro del cristianismo. Lo cierto es que no tengo razones suficientes para descartar este modelo, y si fuera correcto el resultado de mi empresa va a ser radicalmente diferente. Y, aun así, este modelo no significaría que mi actuar este equivocado per se, es decir, suponiendo existe cielo e infierno se encontrara una cantidad de gente que sea feliz dentro del cielo, y otros que sean infelices dentro del infierno, eso seguiría siendo una mejora al estado actual del sufrimiento. Otros modelos tampoco no convierten mi proyecto inmoral o ni siquiera inútil, si la vida después de la muerte es indeseable, voy a salvar a toda la gente que hubiera nacido si no fuera por el actuar del virus, que de nacer hubieran estado condenados a una eternidad de sufrimiento después de su inevitable muerte. Si al contrario es algo deseable, estoy salvando a los millones de personas que viven en la tierra dentro de vidas infelices a un lugar mejor. Sin embargo, no es eso lo que me inquieta. Si la dualidad infierno-cielo existe lo más seguro es que después de acabar con mis intenciones estaría condenado al sufrimiento eterno, pese a esto, acepto esa condena con honor. Al contrario, intentar evadir mi obligación moral por mi propio sufrimiento seria la cosa más inmoral que podría hacer en una situación así. Y dentro del infierno seré feliz al saber que logre salvar la humanidad o por lo menos lo intente, así tenga que pasar una infinidad de tiempo en los lagos de lava, no son comparados a mi regalo a millones de personas.

El segundo argumento que me trae dudas es mucho más difícil de atravesar y no pude parar de pensar en el desde que comencé el proyecto. Antes de este párrafo trate la muerte la humanidad como un experimento mental sin hablar de sus implicaciones reales. No tengo el poder de matar a cada humano en un chasquido de dedos o con presionar un botón, lamentablemente nadie lo tiene (y si alguien lo tuviera, una aferración irracional a la vida le impediría actuar sobre el). El proceso por el cual pretendo matar a la humanidad será mucho menos eficaz. Cree un virus sin síntomas que puede matar gente de forma silenciosa sin implica sufrimiento alguno, esta es la mejor forma que tengo para matar a la humanidad y, sin embargo, está lejos de ideal. La muerte por virus va a causar miedo y perdida de seres queridos a millones de personas, lo que es un evento trágico que es inevitable si quiero conseguir lo que deseo. Cada noche el dolor potencial de millones de almas me tortura y esas almas casi me hacen acabar el proyecto en más de una ocasión. Pienso en cientos de niños perdiendo a sus madres, u hombres con grandes pretensiones siendo arruinadas por un virus sin ningún poder para pararlo. Se cual es el dolor es lo que voy a producir de forma voluntaria a cada humano en la tierra; sin embargo, lo más egoísta que podría hacer es dejar que mis sentimientos de culpa me evadan de mi responsabilidad. Igual que la eternidad en el infierno, acepto y contengo el dolor de cada humano del mundo para poder llevarlos a algo mucho más hermoso de lo que se pueden imaginar. Incluso si fuera posible sin pensarlo dejaría que cada dolor individual que he producido se proyecte en mi persona si eso supone librar a todos esos hombres que siguen teniéndole miedo a la muerte. Todo este sufrimiento individual es una pequeñes comparado al que voy a evitar y no voy a dejar que sentimientos irracionales como la culpa me afecten. Esta conclusión llegaba cada noche en la cual me torturaba a mí mismo y es lo único que me permitió mantenerme en pie y terminar el proyecto.

Una pregunta se mantiene en pie y voy a resolver en este manuscrito ¿El virus mata solo a los humanos o a otras especies también? El tema resultara ridículo a algunos, pero no es algo que debería evitar tratar porque es una duda legitima. A pesar de que no he encontrado humanos felices, lo cierto es que no puedo decir lo mismo de los animales porque no puedo saber que sienten. El mundo interior de las aves es algo que ignoro y no presumo saber; por eso mismo he decidido pecar de confiado y no liberar a esos animales. Ciertas teorías pueden llegar a la conclusión de que el sufrimiento humano no es resultado de la vida sino de la tecnología, como pensaba Ted Kaczynski. Puede que nos arruinamos a nosotros mismos buscando un progreso que nos hizo miserables. Sin embargo; esta posible explicación al sufrimiento humano no resuelve nada. Una persona podría criticarme por matar a la humanidad en vez de buscar otras soluciones como la destrucción de la tecnología implicando que es malvado que impida otras soluciones y no las busque antes de llegar a la solución definitiva. Sin embargo, este tema no me preocupa, en primer lugar, la destrucción de la tecnología es imposible, mucho más imposible que la muerte de la humanidad. Pero, aunque estuviera en mis posibilidades, eso no cambia la moralidad de mis acciones. Hay 2 formas de ayudar a un prisionero, uno es mejorar su vida dentro de la cárcel, y la otra es liberarlo. Ninguna de las 2 respuestas está equivocada, pero que exista la posibilidad de una no cambia que la otra también sea una solución. No me conciernen las soluciones potenciales, me concierne la realidad y la realidad es que la humanidad sufre y liberarla es una virtud.

Volviendo a la cuestión de los animales, si los animales son realmente felices entonces mi actuar se vuelve incluso más bondadoso una vez que nos quitamos la diferencia arbitraria entre humano y no humano. Significa que estoy parando el sufrimiento de aquellos que nos encontramos miserables, y a su vez permitiendo la libertad a aquellos que son capaces de encontrar la felicidad. Lo único que me aterra es que cualquiera de estas especies obtenga inteligencia y vuelva al estado actual humano. Rezo cada día por que ninguna especie después de la destrucción de la humanidad enfrente a Dios y busque atravesar la naturaleza para intentar entenderla, condenándose eternamente a una vida de sufrimiento.

En la historia ha habido cientos de personas que han idealizado sobre un futuro en la humanidad en donde podamos conquistar las estrellas; donde el progreso de la humanidad nos haya vuelto dioses. Todas esas fantasías están a punto de desaparecer, pero en cambio de eso, creare un futuro mucho más hermoso.

Una vez el virus sea desatado me voy a quedar el tiempo que haga falta viendo a la humanidad desaparecer en la oscuridad para evitar cualquier contingencia; una vez que este seguro que la única alma que queda soy yo, me voy a suicidar como el ultimo hombre en la tierra. Mientras tanto, voy a ver los horrores que he desatado e inevitablemente me arrepentiré de lo que he hecho. Pero en ese momento no va importar, porque no habrá nadie que pueda hacer nada para parar el Covid 19.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Curiosidad histórica ocurrida en mayo del '75.

Curiosidad histórica ocurrida en mayo del '75. Gonzalo me había invitado al café de a dos cuadras de mí casa hace un par de días. Tambié...